"Mis padres hicieron hace poco 25 años de casados. Para celebrarlo se fueron de viaje a Santo Domingo con unos tíos míos. En el hotel el guía turístico les dijo que si se encontraban a alguna persona malherida que no se pararan nunca a ayudarle por si algún familiar los veía y creía que habían sido ellos y podía vengarse allí mismo.
El caso es que un día mis tíos alquilaron un coche para dar una vuelta y mis padres se quedaron el hotel. Cuando mis tíos volvieron al hotel estaban blancos como la leche. En la carretera se habían cruzado con un hombre que estaba todo lleno de sangre y pedía ayuda. Como el del hotel les dijo que no pararan y que llamaran a la poli pues ellos siguieron. Pero a unos pocos metros decidieron dar la vuelta.
El caso es que un día mis tíos alquilaron un coche para dar una vuelta y mis padres se quedaron el hotel. Cuando mis tíos volvieron al hotel estaban blancos como la leche. En la carretera se habían cruzado con un hombre que estaba todo lleno de sangre y pedía ayuda. Como el del hotel les dijo que no pararan y que llamaran a la poli pues ellos siguieron. Pero a unos pocos metros decidieron dar la vuelta.
Cuando llegaron al lugar donde le habían visto el hombre ya no estaba. Se bajaron del coche y miraron. La carretera acababa en un barranco y allí había un coche volcado con alguien dentro.
Cuando se acercaron vieron que dentro del coche había una mujer que estaba muerta y el hombre que antes habían visto en la carretera.
Lo más extraño es que el coche estaba boca abajo y el hombre estaba en el asiento del conductor y con el cinturón bien puesto. Cómo llegó hasta allí es algo inexplicable."
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