Lo prohibido, suele convertirse en algo irresistible para las mentes inquietas, que
Desafían la autoridad. Siguiendo ese impulso, un grupo de niños traviesos se
Reunió en una arboleda, en un pequeño bosque, donde sus padres le habían
Prohibido ingresar. Dicho bosque estaba muy próximo al cementerio del pueblo.
Llegaba el fin de la tarde cuando continuaban jugando en el bosque; trepando
Árboles, corriendo, jugando a las escondidas, persiguiéndose entre si.
En el cementerio, las sombras de las lápidas se hacían larguísimas, y algunos
Panteones altos estiraron su sombra hasta alcanzar el bosque donde estaban los niños.
La luz difusa del atardecer y un viento repentino que comenzó a sacudir a los árboles,
Hicieron que decidieran marcharse.
Ya abandonaban el bosque cuando notaron que uno de ellos quedaba atrás.
- !Vamos, está quedando oscuro¡ - gritó uno de los niños. El niño que se quedó
Ya era solo una figura, una silueta irreconocible debido a las sombras que lo
Rodeaban.
Los niños se miraron entre si, el grupo estaba completo, el que permanecía entre
Las sombras era un desconocido. De repente, la silueta comenzó a deslizarse
Hacia el cementerio, no daba pasos, solo se deslizaba. Todo el grupo se echó a
Correr mientras gritaban.
Ellos no eran los únicos que se sentían atraídos por los lugares prohibidos.
Después de jugar entre los niños, el fantasma regresó a su panteón.
Jugando cerca del cementerio
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Etiquetas:
cuentos de fantasmas
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